En el anterior post nos dice Francisco de la Vega parafraseando a Boadella: Nacionalismo = litigio provinciano. Provinciano y bastante absurdo, cuando es algo de mecanismo tan simple, el dedicarle tanto espacio. En fin.
La unificación de Alemania se produjo sencillamente porque a los grandes terratenientes de Prusia y a los capitalistas de los Länder occidentales les convino el mercado único. Austria se abstuvo, no tanto por la oposición del pueblo, sino por la de los ricos. El hecho aparentemente paradójico de que Cataluña con un presidente que se declara independentista y un parlamento que lo secunda no proclame la secesión se explica en los mismos términos: para el capital barcelonés el continuo chantaje a la nación es mucho más rentable que una aventura milenarista que dañe la ventaja en su mercado preferente. El día que la independencia traiga más cuenta para los industrialistas del Principado, ese mismo día se declarará.
Los muchachos de la boina en el fondo son unos ingenuos: mientras quien tiene la pasta -por muy euskaldun y nacionalista que sea- no se convenza de que el cambio es más negocio, ya pueden ellos poner bombas, ir días y venir ollas. Es que el dinero -aun cobarde- nunca huele, ni a tortilla española, ni a butifarra ni a txistorra.
20.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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20.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Polizisten und Bürger in Haitis Hauptstadt Port-au-Prince haben
laut Behörden 28 mutmaßliche Banden...