El alma de un rabino y la de un conductor de autobús llegan al mismo tiempo a las puertas del paraíso. El ángel les dice:- El conductor puede pasar ahora mismo; el rabino tendrá que esperar hasta mañana.- ¿Por qué esta injusticia? Yo he leído el Talmud cada día de mi vida y, además, este conductor no es ni siquiera religioso.- Verás: cuando leías el Talmud, todos tus estudiantes dormían. Cuando el conductor conducía su autobús, todos los pasajeros rezaban...(Un chiste israelí tomado del manual de hebreode Shifra Jacquet-Svironi y Roger Jacquet.)
A hombros de gigantes - El conocimiento cura. El Centro de Investigación
del Cáncer de Salamanca cumple 25 años - 15/06/2025
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Los avances en la lucha contra el cáncer han sido notables en las últimas
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