Entrar en una tienda, hacer consultas a la dependienta hasta casi desbordar el límite de su paciencia, salir con una pequeña compra, volver a su oficina y escribir algunos folios sobre todo lo anterior: en eso consistía el trabajo cotidiano de Yoko, cierta amiga mía, empleada de una multinacional del negocio del cosmético.- Estoy harta. Lo peor de todo es cuando pillo a una pobre chica en un mal día. Odio escribir un informe negativo.En fin, el deporte nacional: control de calidad. Un buen día mi amiga tuvo la certeza de que la dependienta de turno era en realidad una de esas super-controladoras. Me contó la cosa con detalle, pero la trama era tan complicada que me perdí a la mitad del hilo cartesiano de tan fina conclusión. Al final, además, mi amiga dedujo que la super-controladora sospechaba erróneamente que ella, Yoko, no era una controladora normal, sino una super-super-controladora a quien enviaba la empresa para comprobar la probidad del trabajo de las super-controladoras. Vaya lío.
- Pues haz la vista gorda.
- No puedo. A veces la dependienta descuidada es un cebo, o sea, una super-controladora que comprueba que nosotras, las controladoras normales, hacemos a conciencia nuestro trabajo.
Pasaron los días, y las noches en vela para mi amiga: no hacía sino conjeturar hasta dónde llegaría el afán de control de la compañía por sus empleadas, tanto que al final no le quedó más remedio que ir a donde el siquiatra. Pues no sirvió de mucho: ha pasado ya una década, pero Yoko todavía continúa convencida de que con una carambola ridícula del destino el doctor la tomó por una inspectora del Ministerio camuflada y que el diagnóstico no correspondía a su verdadero cuadro clínico, sino, claro, al más favorable para los intereses de la sanidad pública...
26.04.2025 – Langsam Gesprochene Nachrichten
-
26.04.2025 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Zehntausende Gläubige bei Trauerfeier für Papst Franziskus auf dem
Vorplatz des Petersdoms im Vatik...
El controlador controlado por el que controla la controlación controlacionera. Descontrol total, en definitiva. ¿O no?
ResponderEliminar