La presidenta regional y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, y el número dos de la candidatura popular al Congreso, Manuel Pizarro, intercambiaban ayer impresiones en la sede del partido. Para Aguirre, es “fantástico” que el ex presidente de Endesa, “que ha defendido a aquellos cuyos derechos podrían haber sido atropellados, haya decidido “dar el salto a la política”.El País, 5/2/08La foto es de aquíThe interest of dealers [...] in any particular branch of trade or manufactures, is always in some respects different from, and even opposite to, that of the public. [...] The proposal of any new law or regulation of commerce which comes from this order, ought always to be listened to with great precaution, and ought never to be adopted till after having been long and carefully examined, not only with the most scrupulous, but with the most suspicious attention. It comes from an order of men, whose interest is never exactly the same with that of the public, who have generally an interest to deceive and even to oppress the public, and who accordingly, have, upon many occasions, both deceived and opressed it.Adam Smith, The Wealth of Nations, Volumen I
el santi también estuvo aquí
23.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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23.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: vier Tote nach israelischem Luftangriff auf Beirut]
Trainiere dein Hörverstehen mit den Nachrichten...
Tú, querido Jacobus, ¿de quién te fiarías menos, de los tenderos que te quieren engañar o de los políticos que te quieren defender de los engañadores? A mí, la verdad, el dilema me parece casi una aporía. Un verdadero dolor de cabeza, en definitiva.
ResponderEliminarEn efecto, querido Paco, es un dilema peliagudísimo. Personalmente tendré que pensármelo (hace un minuto que me llegó la carta de que estoy inscrito en el censo por primera vez en quince años).
ResponderEliminarEso sí, ya sabes que el señor Smith lo tenía muy claro: de los tenderos. La razón: que éstos, gracias a la práctica continua de vigilancia a la que obliga su mercadeo, son infinitamente más hábiles, más listos; en definitiva, más difíciles de torear, no se les ve venir con la misma candidez que a los otros.
En cualquier caso es una suerte para el sabio escocés no vivir en estos tiempos: andaría bastante perdido.