Me imagino que conocéis la historia: cierto sacerdote, acusado de actividades subversivas contra el régimen nazi, se encuentra preso. El capellán de la cárcel, nada más verle, le pregunta a bocajarro: "Pero, hombre, ¿qué ha hecho usted para estar aquí?" El recluso, tranquilamente, le responde: "Padre, esa pregunta me parece que ahora sobra. La oportuna más bien es: ¿qué ha dejado usted de hacer para poder seguir fuera?"En los largos años de trayectoria criminal de ETA todas sus víctimas presentan, seguramente, una sola característica común: ninguna de ellas es un cura.
A hombros de gigantes - Entrevistamos a Eloísa del Pino, presidenta del
CSIC -27/04/24
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Esta semana hemos acudido a la sede central del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas para hablar con su presidenta, *Eloísa del Pino*,
de los ...