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sábado, 15 de enero de 2011

Se lo gastarán en vino


Demoledor el artículo de Paul Krugman sobre el euro. Su comparación del estado de las finanzas de Nevada y de Irlanda es un argumento definitivo contra los que abogan por la creación de más micronaciones en Europa como la panacea para salir de la crisis.

¿Expolio fiscal? Sí claro: los de California, Chicago, Nueva York... Convirtamos entonces a la Comunidad de Madrid en una nueva nación y para qué preocuparse de la crisis... Ya está, pero, ¿por qué no solo Madrid ciudad? ¿Qué digo? Independencia para el punto de España donde el expolio es más evidente: la zona de los bancos y las grandes tiendas de la Castellana. O mejor, solo la esquina con la calle...


martes, 8 de junio de 2010

Maquiavelos de bolsillo

Para matar el tedio -digo yo- los gobiernos del Jiminto, el Partido Liberal Democrático, ahora en la oposición, se inventaban historias fantásticas que parecían de miedo.

Cuando el euro empezó a circular, cayeron en la cuenta de la vergüenza que suponía tener una moneda que se mercara a ciento y pico por dólar -o euro, en este caso- y propusieron quitarle a los billetes dos ceritos. Un economista algo aguafiestas hizo cuentas de lo que supondría cambiar toda la calderilla circulante, tunear las máquinas que funcionan con ella y a los dos días el proyecto, a la basura.

Otra delirante fue la de conseguir que todo peatón japonesito, en un plazo de digamos una década, adquiriera nivel conversacional de inglés. Motivo (vete tú a saber): de nuevo la vergüenza, la torera que supone comparar el nivel del euroínglis entre los jóvenes del viejo continente y el casi inexistente japoídem entre los de por aquí. Una vez más los meros hechos contables y una lógica de mucho arroz pa poco pollo remataron la bobada.

La más alucinante fue la de construir, por las llanuras del norte, una nueva capital y así descongestionar a la del este, Tokyo, que es lo que significa. Los tenderos y toda su cofradía -vade retro- pusieron su grito en el cielo y entonces murió el cuento.

¿Eran serias estas historias o meras cortinas de humo para hacer hablar y distraer al personal? Serísimas sin duda: no creo que les dé el coco para tejer tan gran maquiavelismo.


lunes, 17 de mayo de 2010

Trichet Allan Poe


Ayer tuve un sueño: las almas de billones de difuntas pesetas (y las de los duros, los cinco duros y hasta de las perras gordas) se levantaban de sus tumbas y, por un paisaje de cementerio derruido y lovecraftiano, perseguían a ZP.

Junto a él creí adivinar la figura azogada, sudorosa, famélica de Viviana Aído que, Cassandra retorcida y macilenta, no hacía sino repetir cual letanía antigua: ¡Te lo dije, ya te lo dije: desterrar pesetas feministas, trocarlas por euros machos, prepotentes, habría de atraernos las iras de los dioses!


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