sábado, 29 de marzo de 2008

Yo, mi Patria, ¿qué no te deberé?



"Me juness, lla Tereja, ja chacha! Passaʼll combodor", ijo llʼOjeño. "Cata: do un alosso e lla palomba sse entoña neʼll ssoto, to!"

("¡Mírame, Teresa, mujer! Deja el ordenador", dijo Eugenio. "Observa: doy un aplauso y la paloma se esconde en la arboleda, ¿ves?")

Hola, soy yo. He venido hoy también, pero ahora es, con mucha vergüenza, para despedirme. No volveré a escribir en este blog. Aún más, no volveré a utilizar en la vida este idioma de opresión, vergonzoso e imperialista, con el que, gracias a un enorme esfuerzo de voluntad y corazón, ahora os escribo. Como el gran Peret, aunque tarde, he visto la verdad. A partir de ahora me voy a dedicar exclusivamente a la obra de mi vida, a un trabajo que me agradecerán por siempre la patria y los siglos; me consagraré, en cuerpo y alma, sólo al grandioso IDIOMA CHARRO.

La luz tardó en llegar, pero ayer me deslumbró de pleno. Miraba algo en la Wikipedia y de repente, al margen de la página, una palabra: "estremeñu". ¿Qué? Pues resulta que la buena gente de Extremadura, tiene una wikipedia en su lengua, la Güiquipeya. Y no sólo eso: claro que el catalán, el vasco y el gallego cuenta cada uno con la suya; el aragonés, el asturianu, también. Dentro de poco, el llionés, el churro, el oliventino, el cantabrón, la fala del Jálama, el andalú, el murciano, el mirandés, el canario y, con toda seguridad, el madrileño, como es de justicia, la tendrán. ¿Y en Salamanca los charros, chulos y charoleses como nosotros solos, vamos a consentir una vergüenza tan difícil de sufrir, la de carecer de nuestro inmarcesible, pulcrísimo y gentil idioma? Ahí me dolió y, por fin, después de tantos años, vi claro mi sentido de esta vida. Eres lingüista -me dije-. Puedes descubrir a tus compatriotas la energía, el valor, la luz de nuestra propia cháchara. ¿Del castellano? Ca, ca: eso es lo impuesto a nuestros seres verdaderos; no en vano, la lengua del Imperio, que decía aquél. Yo iré a nuestras prístinas raíces y, sin inventarme nada, sólo descubriendo qué es lo cristalino, como orfebre de la piedra que saca del mármol de Carrara el David, que desde la noche de los siglos dormía en sus entretelas, desvelaré su esencia. En fin, que, ya he empezado, con las líneas fundacionales de una novela de diez tomos, las que, en primicia mundial, habéis tenido la gloria de leer, ¡y en charro puro!

¿Que cómo lo he hecho? Los materiales son simples: un manual de dialectología, el diccionario de la Academia y un poquito de sentido común (demasiado, la verdad es que estorba mucho). El conocimiento de una miaja de latín ayuda, pero no lo veo, ni mucho menos, imprescindible. Básico es ir a la historia, a la tradición, que es la masa de las gentes y las tierras; pero también, al uso prístino popular, madre de las naciones. Uno pasea por Ledesma y ve "calle del Lombo". Oye, chacho, qué belleza: pero si esto del lombo es el lomo que conserva el grupo mb latino. Ole, ole; a partir de ahora, nada de decir plomo o paloma: plombo, palomba, lombo, y a triunfar cual rey del Mambo. ¿He dicho Ledesma? ¿Pero eso no venía de Pleressuma (o sea, "planísima")? Pues aquí claramente se ve que el charro debe de simplificar el grupo pl antiguo y convertirlo en l simple. Qué digo: demasiado soso. Mirando el manual de dialectología este que tengo a mano en medio minuto me entero de que en la zona de la isoglosa leonesa en la que estamos esas eles primeras se convierten en palatales, o sea, en aquellas elles que pronunciaban tan bien los bisabuelos hablando castellano y que nosotros hemos olvidado: pues a recordarlas tocan. Eso, eso: Lledesma nos viene como de molde. Las eles interiores, las dejamos como están y santas pascuas. O sea, aplauso queda como aloso, mejor, alosso, que hay que marcar la ese tan hermossa de las "nuevas" generaciones, y así nos las vamos atrayendo: passa, tío.

El resto de la fonología lo dejo para luego. Vamos ahora con el léxico, la sintaxis y tal. Mucho trabajo no nos va a costar encontrar la raigambre charra: lo que importa es que no se parezca demasiado al sucio español imperialista. Todas las palabras que no se usen del diccionario de la RAE y que lleven la etiqueta Sal. nos las echamos al taleguito; y cuanto más raras, mejor. "Me junes", casi derramo lágrimas viendo este imperativo que rebosa olor del pueblo. El verbo junar lo conocéis. ¿Habrá quien lo iguale en hermosura al simple mirar del castellano malsonante? Puesto el dulce me junes al lado de la cacofónica traducción españolista, mírame, no hay término de comparanza: ese pronombre antepuesto, ese presente de subjuntivo en función de imperativo -Se sienten, coño-, ¿no os remueve algo muy íntimo en la entraña intrahistórica del solomillo?

Llegando a lla Tereja, la cosa ya se pone poética, pero a tope. Una lengua, si no cambia los nombres propios de la gente que la usa, no es lengua ni es nada. Ahí tenéis esas huestes de imanoles, koldobikas, peps, xorxes, atilanus... pa qué seguir. Teresas, eugenios, víctores, victorias, eulogios, a despedirse: desde ahora sólo brillarán, y con luz propia, terejas, ojeños, víchores, vechueras y olejos. ¿Cómo vamos a permitir que nuestros niños lleven nombres de parla cultista? Al pueblo, al pueblo... Éste es un punto realmente importante: "Llaneza, hermano", que decía el gran hombre. Pues llaneza nos obliga, y así, ja, chacho; to o yunaminga, serán nuestras expresiones de admiración. Por llaneza también no consentiremos nada de cosa latinista. ¿Cómo vamos a usar ordenador, o computador? Combodor ¿no os suena a música celestial en los oídos. ¿Qué me diréis de esas formas verbales ijo, cata, do, entoña? Comparadlas con las corruptas y vulgares dijo, mira, doy, esconde... ¿Qué podré añadir ya que vosotros a estas alturas, de lágrimas los ojos rebosantes, no hayáis al punto aquí apreciado?

Un detalle importantísimo se me olvidaba: la grafía. Dejándolo tal cual, nuestras frases patrias van a parecer mero castellano barnizado. Si los vascos, digamos, eligieron tx, como el catalán, sencillamente para evitar lo fácil, o sea ch, ¿quién a nosotros nos impide hacer lo mismo? No os canso con detalles: la frase de arriba nos queda bien bonita como:

"Me xuneß, lya Terexa, xa txatxa! Paßaʼly combodor", ixo lyʼOxenyo. "Kata: do un aloßo e lya palomba ße entonya nʼely ßoto, to!"


Pues ya está. Ahora, a hacer la gramática y el diccionario. Trabajo de dos días: para el segundo, como os digo, se copian las palabras con el Sal. que vienen ya en el de la Academia; para la primera, se fusila sin piedad cualquier manual de dialectología (el más gordo, mejor) y todo aviado. Eso sí, no hay que olvidar la regla de oro: aquello que suene a poco añejo, a cultureta o simplemente, de la lengua diaria, se borra, pero sin remordimiento.

Habrá algún tonto que dirá: "Pero si esto no lo va a usar nadie". El Txarho goza de algo fundamental en cualquier elemento de cultura populachera: aunque se aprende en dos patadas, lleva tres o cuatro chinitas que cuestan de asimilar día y medio (la pronunciación de la elle o la grafía, por ejemplo). Así, los más brutos de la tribu -sus hablantes primarios naturales- lo pueden aprender; empero, como les lleva algún tiempo el rumiarlo y algo más el digerirlo, como carecen de hábito ni inclinaciones intelectuales, sienten que han hecho un esfuerzo titánico y eso les motiva a considerarlo asunto de cultura; vaya, adquisición para siempre, que diría el clásico. Resultado: si los dioses son propicios, hasta acabarán a tiros con el que les tome el pelo por usarlo en público.

En fin, lo primero es lo primero: vamos a encargar un millón de pegatinas con la frase "En Txarho, konyo". Los más bestias de los brutos, los camisas viejas que se han apuntado con la exclusiva y cerril motivación de la "seña de identidad", ésos, al salir de los garitos, ya cocidos, ya drogaos, que los vayan pegando de madrugada por los rótulos de las tiendas y negocios. A los restaurantes chinos y a los sex-shop, obviamente, se les perdona. Matamos dos pájaros de un tiro, porque así habremos conseguido que el tío de la imprenta sea un adicto a la causa de por vida. El del negocio de rótulos, también, claro; sobre todo cuando, un mes después, comiencen a destrozar aquellos cartelones que sigan escritos en vulgar spanish. Después cogemos al ejército de maestros, médicos, sicólogos, en fin, a todo parado de larga duración que tengamos a tiro, y hacemos que los brutazos hablantes primeros les den -gratuitos, huelga decir- cursos intensivos. Al medio año la delegación del Gobierno va a estar asediada por desempleados eruditos en Txarho exigiendo que a nuestros niños se les deseduque igual que siempre, pero a lo castizo; que a los pacientes se les liquide de la forma consagrada por la tradición, pero con un galeno experto en las mañas de la tierra. En fin, pasando uno o dos añitos toda esta gentecilla fundará periódicos, radios, cadenas de televisión, editoriales... Gracias al cielo, con las nuevas tecnologías, todo esto ahora cuesta medio duro.

Qué poético será el futuro de las generaciones por venir. Por supuesto que, pasando el tiempo (sólo el principio de la liberación nacional) subiremos todos en romería de acción de gracias, con el Marikelo de comandante, al santuario de la Peña de Francia. Ese enclave sagrado se verá, ya para entonces, convertido en bastión de las más puras esencias de la raza. Ahora, os advierto de que, con tal nombre, no vamos ni de aquí a la esquina. Habrá que rebautizarlo "Penya de Nueßtra ßenyora de lya ßanta Txarhería". Termino. No puedo seguir: me lo impide la emoción. Salid sin duelo, lágrimas, corriendo...




La segunda parte del artículo está aquí.



9 comentarios:

  1. Santi, tas sembrao... Quítome el sombrero.

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  2. Graziaß, ely mi kulega. Te tomeß eßa güena kanya a lya mi ßalú. Guai pa ti. I ke bibaʼly Txarhoooo!!!!

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  3. Sí, majo. Ya nos veremos paí pa los Piza, y cuidado con la copa que la caes, y con los chochos típicos... (siento no comentar en txarho pero es que soy de los que crecieron oprimidos en el Paco Viruta que Caga y Chuta, y cuando llegué al Torres ya estaba completamente troquelado y no había ya nada que hacer)

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  4. Tudiá nʼell Birutaʼß koßa ke daʼn karatter mu kabrón: te vadyaß kon kuidao, kulega. Aluego, poß tudiaßte nʼely Torreß, lya koßa dya kambia, igo dyo (phixaißuß ßi kambia, ke padyí tudióʼly Marikelo, aí eʼna). Pos pa lyos Pizaß muß bemoß, xa txatxo, i ßalú kon lyo de lyoß txotxoß. Tendré la kopa bixilá no se kaiga.

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  5. Genial, genial, genial. Quiero decir: xenyaly, txatxo.

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  6. Mutxaß graziaß, kulega Xuan. Poß la berdá s'que me lo paßé poß mu gway kribiéndolo. A ke kedó enrhoyao, xa txatxo.?

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