Merece la pena leer una entrevista con un profesor del London School of Economics que nos recomienda Paco en Las casas del canal. Quizá esto sea lo más destacable.
"No comparto los eslóganes que dicen que siempre es bueno hablar. ¿De qué puede hablarse con Al Qaeda? ¿Sobre qué puede negociarse?" se pregunta.¿Pero no fue la negociación lo que logró acabar con el IRA? No, en opinión de Burleigh, que sostiene que las lecciones que se desprenden del fin del IRA son exactamente las contrarias y que España debería tomar nota de ello para lidiar con ETA. "El IRA fue derrotado porque fue infiltrado totalmente por el espionaje británico", apunta. "La derrota militar fue total y luego se buscó una manera de ayudarles a abandonar las armas", añade. Y concluye: "Siempre tiene que ofrecerse una salida, pero antes hay que derrotarles".
¡Qué de acuerdo estoy! El caso de Al Qaeda es un etupendo ejemplo del sinsentido al que conduce el maximalismo del diálogo.
ResponderEliminarDiálogo, negociación, acuerdo... ¡qué palabras tan bonitas!
En lo del maximalismo del diálogo hay un ejemplo a mi juicio demoledor y que nos afecta sobre todo a los de mi generación, los "soisanthuitards", sesentayocheros en español. Consiste tal dislate en pretender que con los hijos se debe de hablar todo, porque los hijos, más que hijos, tienen que ser sobre todo amigos. Resumiendo, lo que sea con tal de poder hacer dejación de las propias responsabilidades. Muy socialdemócrata todo ello. Y con los resultados que no se supieron preveer y a la vista están.
ResponderEliminarHay un libro por ahí que escribieron los de un grupo de Harvard especialistas en grandes conflictos (creo que mediaron den Chipre y en alguna otra parte) que he estado buscando para la ocasión pero que no encuentro. Esta gente dice que siempre hay que dialogar, porque entre otras cosas así se conoce mejor al enemigo, pero que nunca hay que perder la perspectiva de quién es uno y quién es el otro. Si eres padre, no tiene sentido que te trasvistas de amigo; si eres gobierno legítimo con todas las de la ley no te puedes poner al mismo nivel de los terroristas.
ResponderEliminarEl diálogo, siempre; pero con las condiciones claras: "Vosotros dejáis las armas y a cambio nosotros seremos generosos, no porque seáis muy guapos, sino porque esa es la obligación del estado bien constituido."
Obviamente a los delincuentes, primero se les detiene, se les juzga y se les encarcela. Después, como es una molestia para la nación el tenerlos veinte años en la carcel si ya se convierten en inofensivos, se les indulta cuando lo son de verdad. Eso es el diálogo y sanseacabó.
Lo de los hijos que habla Paco de la Vega, poco que comentar. Hay días en que uno no sabe qué hacer, que meterá la pata y que será el peor padre del mundo: pero padre hay que ser siempre. Sino, medios para evitarlo de antemano hoy en día sobran. Como tú dirías: "En esta época tendría que haber vivido el padre de Edipo..."