Félix de Azúa llamó al siniestro personaje colaborador de todas las dictaduras menos una. No es que me encante sacar un tema tan cutre a la palestra; pero, qué le vamos a hacer: difícil es estarse quieto ante tanta insensatez que se oye... Aquí va el artículo.
21.12.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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21.12.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Polizeiabsperrung nach Autoattacke auf Weihnachtsmarkt in Magdeburg]
Trainiere dein Hörverstehen mi...
Conocía el artículo de Azúa. Me impactó mucho cuando lo leí. En años lejanos, cuando sin duda era más cabeza de chorlito, si cabe, que ahora, Barthes me parecía el no va más. "El grado cero de la escritura" era para mí una fuente inagotable de genialidades con las que, luego, podías deslumbrar en los cenáculos de pedantillos. ¡Lo que es la vida!
ResponderEliminarAhora que los que creo que no me la pegaron nunca fueron los comunistas. Tan pronto les pude ver de cerca me di cuenta de su carácter sectario y asesino. Y lamento mucho que algunos amigos muy queridos que coquetearon con ellos todavía no hayan entonado el mea culpa.
Carrillo, qué personajillo. Todavía recuerdo un artículo suyo en El País, el periódico independiente por autonomasia, contando con orgullo sus amistades, peligrosas supongo, con Kil il Sum. Y otro del mismo cariz sobre Cauchescu. ¡Una joya el tipo!
Lo que son las cosas: a lo mejor uno de los que no ha entonado el mea culpa soy yo. Lo cierto es que en las elecciones del 89 no supe decir no a mis amigos comunistas (principalmente tenía dos, novios, ella eurocomunista y él prosoviético) y fui interventor de una mesa por ese partido. Como todo lo que tenía que hacer era mirar, me lo pasé en grande: casi ligué con la del PP, una moza bien que estaba que no te cuento. Eso sí, en el pecado llevé la penitencia: mientras que al resto de los presentes les pagaron sus dietas de forma primorosa a mí ni me invitaron a un bocadillo para la comida. Ni que decir tiene que fue la última vez.
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