Como me suele ocurrir ya desde antiguo, acabo de caer en la cuenta de tres celebraciones que, aun con retraso de unos días, no quiero dejar pasar intonsas: la primera es la de la entrada del otoño, esa estación que siempre será mi preferida; la segunda, los doce meses que acaba de cumplir este mi blog; la tercera -y con mucho la más importante- el cumpleaños de una amiga muy querida a la que hace ya más de un lustro que no veo y cuyo afecto me acompaña desde que éramos casi unos críos. A ella y a todos, felicidades por la estación y por la vida; y a mí, por haber podido compartir este blog con vosotros. Muchas gracias. Un abrazo grande.
14.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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14.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Wegen völkerrechtlichen Bedenken möchte der EU-Außenbeauftragte den
politischen Dialog mit Israel a...
Las tres son importantes; vayan por delante mis felicitaciones por ellas.
ResponderEliminarPero quisiera destacar lo grande que es el cumplimiento del primer año en la historia de un blog mantenido con denuedo y pasión. Se requiere mucha convicción y un acendrado sentido de la autodisciplina. Sólo el que ha pasado por una experiencia semejante puede saberlo.
Que dure mucho más.
F.
Muchas gracias, Francisco, por tus palabras. Al jardín, por las flores; al blog, por los lectores, de repente me viene a la cabeza un refrán moderno. Quizá este mío se parezca bastante a un jardín zen, pero como les pasa muchas veces a ellos, seguramente sea el grandioso musgo mínimo que ennoblece piedras y bordes lo que le dé sentido.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
Mis felicitaciones también. Ahora que, no sé, pero hay algo en esta entrada, la imagen quizás, que apesta a melancolía. Pura subjetividad.
ResponderEliminarMuchas gracias por la felicitación y por la sugerencia. De melancolía, nada: que se mueran las penas. ¿Está mejor así?
ResponderEliminarMucho mejor.
ResponderEliminarPues miel sobre hojuelas.
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