miércoles, 26 de mayo de 2010

¡Barbilampiño insolente!



El Parlament de Cataluña, nación grande cual la nuestra, propone que el Tribunal Constitucional se abstenga de juzgar la probidad del nuevo Estatut.

¿Qué son constituciones, parlamentos, tribunales, gobiernos, códigos o fueros ante la voz clara y rotunda de los pueblos? Así van leyes donde quieran reyes. (Y que viva mi dueño, que para eso está).


5 comentarios:

  1. Pues a mí me parece que no les falta razón. Si algo se está demostrando es que el constitucional tendrá la competencia para conocer pero la incapacidad para hacerlo porque, al parecer, sus miembros sique son auténticos incompetentes. No me parecería mal que el Parlament adoptase un acuerdo declarando a los magistrados del constitucional tan incompetentes como los miembros del propio parlament.

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  2. Por desgracia es muy difícil ver este tipo de discurso político hoy día. Tanta verdad justamente expresada en sólo doce minutos... Lástima que, según todos los sondeos, tras las próximas elecciones de otoño tengan que dejar sus escaños.

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  3. "Basta tratar de pueblo a la multitud para predisponerla a actos de regresiva maldad". Dr. Faustus. Cap. VI

    O sea: basta tratar de pueblo a la multitud para convertirla en chusma.

    Chusma según RAE: conjunto de gente soez. Muchedumbre de gente vulgar.

    Añado yo: gente iletrada disponiendo de tiempo y dinero.

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  4. Vamos por partes.

    Javier, los miembros del Parlament (a excepción de Ciudadanos y del PP) no es que sean incompetentes o no: es que obran con una insensatez criminal. Han olvidado (o nunca han sabido) la máxima orteguiana de que la línea que divide la civilización de la barbarie es realmente fina, que es muy fácil de cruzar y que -como tú sabes mejor que yo- lo único que separa una de la otra es el respeto al imperio de la ley.

    Los miembros del Tribunal Constitucional como individuos serán más o menos capaces o incapaces; pero, querámoslo o no, tienen tras sí toda la legitimidad del Derecho y contra eso no hay más que hablar. Deberían haber sido relevados hace años, deberían haber sido elegidos de forma diferente, deberían haber sido capaces de emitir una sentencia hace años, lo que sea: pero han actuado en todo momento según las reglas de la democracia, algo que el Parlament no ha hecho en ningún instante. Esta cámara autonómica ha pretendido, por un lado, poner en jaque al estado de derecho aprobando a sabiendas un estatuto que forzaba cuando no vulneraba claramente la Constitución. A esa insensatez se sumó el "nuevo socialismo" zapateriano, lo que no deja de ser aún más insensato. Finalmente este Parlament pretende trastocar completamente las normas de vigentes ¡exigiendo! al TC x, y o z, da lo mismo.

    La irresponsabilidad es alucinante, y lo más alucinante, para mí por lo menos, son las risitas del sabio President Montilla y del resto de su camada: lo menos que se le puede pedir a un político es respeto y compostura ante las opiniones del adversario. Esas risitas son mucho más decidoras que todo el contexto. Hablan de una ignorancia supina de lo que significa ley, democracia y civilización.

    A los comentarios de los dos Pacos no puedo añadir más. Sólo constatar mi absoluto acuerdo con ambos.

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  5. No creo haber dicho nada distinto, con una salvedad... que la política es puro espectáculo teatral en el que faltan las críticas especializadas y sobran las reseñas solaperas, es decir... No hay crítica que alabe o critique la técnica dramática de tal o cual político, a pesar de que hay algunos que estoy convencido de que estudiaro con Stanislavski, eso sí, en el nocturno para que no los vieran. Tampoco hay crítica de la estructura de la obra, de su interés estilístico, del montaje, dirección... Pero sí hay mucha reseña de solapa de libro en la que no sólo cuentan el argumento sino que desvelan el final.

    El gran problema de la política no es que los políticos sean o no unos impresentables, sino que nos empeñamos en prestarles atención, cuando, yo al menos, disfruto mucho más con un buen episodio de Billy, Mandy y Calavera que con los montajes teatrales de esta panda.

    Yo para las próximas elecciones propondría que al menos exijan a los candidatos haber seguido algún curso de arte dramático, y buscaría algún especialista en efectos especiales que, por ejemplo, hiciera aparecer a Dark Vader en escena cuando un portavoz se ponga pesado para cortarle, no el micro, sino (todo efectos especiales claro) la cabeza de un sablazo laser.

    ¡Que la fuewrza os acompañe!

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