Me ha llegado un e-mail de mi shocho, mi gran jefe, un tío un año o dos mayor que yo, experto en poesía irlandesa, tímido pero más salao que las pesetas -no sabe leer español, aclaro porque sois muy malpensados-, en el que me informa que a partir del primero de junio, como todos los años y siguiendo las directivas del Gobierno en la lucha contra el Calentamiento Global, se declara temporada de verano; nos podemos quitar la corbata y trabajar en mangas de camisa si queremos.
Para que luego vayan diciendo unos desaboríos por ahí que los japoneses no tienen sentido del humor: ¡si sabe que llevo casi un mes dando clase en camiseta!
21.12.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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21.12.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Polizeiabsperrung nach Autoattacke auf Weihnachtsmarkt in Magdeburg]
Trainiere dein Hörverstehen mi...
Las normas son las normas,se trata de hacer como que las cumplimos, de lo contrario el engranaje deja de funcionar, pero eso tu ya lo sabes...Ese mote que le has puesto a tu jefe ¿O no es un mote? me parece genial, dada la idea que tengo sobre la rigidez de las jerarquias laborales en Japón.
ResponderEliminarNo, no es un mote; es su cargo: significa literalmente "jefe del sitio" y al inglés lo traducen como "Executive Director." Aquí a todo el mundo se le llama por su cargo, como sabes. A mí me deberían llamar sensei, "profesor", y de hecho los que no me conocen lo hacen, y los alunmos de hace década y media también lo hacían. Las personas cercanas me llaman "Santi" y los estudiantes al principio de curso me preguntan cómo me pueden llamar y yo les respondo que cualquier cosa que no sea insultante, así que hacen igual. A mí me parece bien.
ResponderEliminarBueno, la entrada está un poco llevada al extremo. Todo es cierto, pero la verdad es que a estas alturas a nadie le importa el que yo dé clase en camiseta. Las llevo muy bonitas, de algodón orgánico, teñidas al carbón vegetal y con caligrafía exclusiva hecha a mano: mis alumnos me las envidian...
En fin si bien hace quince años habría sido un escándalo, hoy en día el que los profes, y más los extranjeros, nos vistamos con comodidad a nadie le importa. Hay un profe muy simpático de noruego (japonés) que da clase en pantalones cortos y sandalias: yo a tanto no me atrevo.
El jefe, que es una persona muy inteligente y sensata, piensa que mientras dé mis clases bien y los estudiantes estén contentos, no hay problemas. Lo cierto es que si nos envió la circular fue porque a él se la mandaron del Rectorado y tenía que cumplir con la burocracia, ni más ni menos.