Decía algún clásico que contra fidem nihil est disputandum (y si no lo decía ninguno, lo hago yo, que para eso también lo soy). En cualquier caso, después de nuestra conversación de ayer sobre tenderos y rótulos en el ámbito de la comunidad autónoma catalana me dio por pensar si no existiría otra ley parecida en esta parte de la tierra. En fin, si hay gente nacionalista y emperrada con preservar su lengua, ésos son los japoneses -me dije- así que cámara en ristre, durante mi paseo nocturno, me dediqué a comprobarlo.
En principio, pensando que iba a encontrar pocos, determiné fotografiar todos los rótulos que aparecieran en lengua extranjera indiferentemente de la grafía, o sea, si había un texto en katakana, tiraba la foto. Nada más empezar tuve que mudar el plan: había tantos que todavía no habría podido terminar con el paseo. Al final sólo he sacado aquellos que aparecen en alfabeto latino sin acompañamiento japonés alguno. En ésta página veréis el resultado. Ya sabéis que vivo en un rincón perdido, así que recorrí todo el barrio: en Tokio con pasear una calle, me habría sobrado...
Vota reconvalescentiae trigae
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Postquam a quodam conventu Nebrissensi nuper celebrato domum reveni,
morbo Covid affecta sum. Quamquam nunc crebro non tussio neque pituita nasi
moles...
Algunas fotos son realmente lamentables, lo sé, pero no he querido retocarlas en absoluto. Si uno se fija bien en la que ilustra este post verá que en la parte superior hay un borrón negro: cuando el cartel se plantó hará unos cinco años ahí se leía en japonés mise, pero alguien lo borró y no se ha vuelto a restaurar. En Cataluña me imagino que habría que haberlo hecho al día siguiente...
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