En el modelo de Bohr la materia está compuesta por un núcleo atómico diminuto alrededor del que giran, a una distancia inmensa, los electrones. O sea, que esta materia está formada por una parte ínfima de masa y otra enorme de vacío. Conclusión: cuando compramos un cacharro, una vianda o lo que sea, ¡pagamos por más de un 99.99 % de vacío! Money for nothing!
Ahí está el verdadero escándalo, el orígen auténtico de la crisis que padece el pobre consumidor. Exijamos un precio justo: no paguemos lo que no nos sirve para nada.
Pero oye, chacho, ahora que lo pienso, nuestro dinero, ¿no está hecho también de vil materia vacía? Vaya chasco...
Vota reconvalescentiae trigae
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Postquam a quodam conventu Nebrissensi nuper celebrato domum reveni,
morbo Covid affecta sum. Quamquam nunc crebro non tussio neque pituita nasi
moles...
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