- Deja de moverte, hijo.
- ¡No quiero!
- Venga, una foto para mandar a los abuelitos.
- Que no, que ya estoy harto ¡no quiero más!
Y yo que estaba tan contento de haberme hecho converso tardío a la fotografía; pues con modelos como éste Mapplethorpe se habría metido a cocinero cartujo...
Vota reconvalescentiae trigae
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Postquam a quodam conventu Nebrissensi nuper celebrato domum reveni,
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moles...
Los niños de ahora están mas que hartos de que les hagan fotos, ¡Pobrecillos!, con estos padres enamorados de sus escasos retoños y las cámaras digitales se pasan la vida recibiendo disparos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo: ayer tuvimos una conversación y hemos decidido que solo le voy a hacer fotos cuando él me lo pida. Ten en cuenta que como en toda mi vida solo habría hecho una docena tenía mala conciencia por no guardar casi ninguna de él desde que nació hasta ahora.
ResponderEliminarHay una institución japonesa llamada "oya baka" ("padres bobos") que con la poca natalidad se ha multiplicado. Con todo, en nuestro entorno hay varios matrimonios con cuatro hijos (y uno con trillizos). Hay una teoría mostrenca que dice que los críos hijos únicos son más bobos, o sea, más caprichosos, engoístas y menos enfocados en su vida que aquellos que comparten la casa con varios hermanos. Según dice una investigación de un sicólogo de Harvard -de dónde si no- sucede precisamente lo contrario. Es que no hay que fiarse de las apariencias...
¡La camiseta le queda muy bien!
ResponderEliminarYo soy hija única y aquí me tienes, participando en uno de los blogs mas requeteguays del espacio virtual.
ResponderEliminarEso pienso yo. Nunca se la ponía y yo pensaba que era porque no le gustaba. Pues no: la estaba reservando. Se la puso el día que fuimos a ver a sus abuelos para presumir de español.
ResponderEliminarNo sabía que eras hija única, pero por lo lista que eres -eligiendo tus lecturas sobre todo- se nota que lo eres :)