Me levanto a las seis de la mañana y, como todos los días, doy un paseo por el río. Cual conviene a su naturaleza lacedemónica, ya están los muchachos de la sección de judo en un primer entrenamiento. Vuelvo a casa con propósito de relatar la terrorífica aventura de cuando los cien kilos de divina humanidad de nuestra campeona olímpica estuvieron a punto de venírseme encima y entonces cometo la insensatez de mirar El País.
Según nuestra rozagante vice-presidenta, una de las prioridades de la legislatura neonata -si en su boletín oficioso aparece de pole position, la fundamental, imagino- será "El avance en la laicidad del Estado". ¿Cuándo estos muchachos acabarán por asimilar de una santa vez que la Transición terminó hace muchos años? A ellos, ahora, lo que les corresponde es gobernar, gestionar sin aspavientos épicos un país normalito, vulgar y corriente, de ésos en los que lo básico es preocuparse del sistema de pensiones, de la enseñanza, la sanidad pública, la red viaria, en fin, todas estas minucias fundamentales que, parece, no están entre las prioridades del nuevo gabinete.
Es obvio: durante los cuatro años, con mesura y discreción, habrá que presentar leyes que continúen el espinoso e histórico serial que protagonizan la Iglesia y el Estado. Querer convertir esta labor callada en estandarte de guerra de una larga legislatura nos habla -siendo benévolos- de cortina de humo para una peligrosa falta de ideas y -no siéndolo- de la más frívola irresponsabilidad que de un político (perdón: política o político) pudiérase esperar.
14.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten
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14.11.2024 – Langsam Gesprochene Nachrichten –
[image: Wegen völkerrechtlichen Bedenken möchte der EU-Außenbeauftragte den
politischen Dialog mit Israel a...
Los cojones del cura de Villalpando/ los llevan cuatro bueyes y van sudando.
ResponderEliminarLos del cura de Morata de Tajuña/ se los rasca con la uña.
Los del de Villarejo de Salvanés/ le llegan hasta los pies.
Los del de Morales de Villacandas,/ lo cargan las feligresas en unas andas.
ResponderEliminarel coadjutor de la villa de Pelarejos,/ juega a los bolos con ellos contra los viejos;
El cardenal primado de las Españas / los saca al sol colgando en las espadañas.