miércoles, 2 de junio de 2010

El híbrido nuestro de cada día

Paseando con mi hijo por el parque de Yatoyama me encuentro este cartel firmado por La Agencia estatal del medioambiente: "No introduzcan en el país especies foráneas: se mezclan con las autóctonas y producen híbridos." Algún biólogo de verdad les debería explicar a estas gentes -como hizo conmigo mi suegro- qué comerían los japoneses si a partir del siglo tercero o cuarto nadie hubiera tenido la ocurrencia de introducir a toda mecha "especies foráneas" de fauna y flora en estas islas: el arroz, sin ir más lejos.

Miré al hermoso ejemplar de híbrido que llevaba de la mano y me sentí muy indignado. Mientras nos alejábamos, reprimiendo mi pulsión de destrozar el cartel, iba pensando: ¿No tenéis algo mejor en que gastaros mis impuestos? Iros a cagar, venga.

Perdón por la crudeza: ya sabéis que, en el fondo, no soy más que un maqui de barrio, algo redimido por un barniz ligero de cultura...


6 comentarios:

  1. Cuando viví en el País Vasco hice algunos chistes sobre la pasta que se estaban gastando en recuperar especies autóctonas de gallinas y no recuerdo qué más especies. Luego,en Cataluña también me dieron la tabarra con el burro catalán. Pero no es nada extraordinario. Ahora no hay región autónoma que se precie que no tenga sus pura sangre de lo que sea. Gallinas que no ponen,caballos que no tiran... inútiles todos, pero auténticamente auténticos. Y eso es lo único que cuenta para las masas enchusmatizadas.

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  2. De todos modos, hay que distinguir entre especies de la cabaña doméstica, especies silvestres y especies asilvestradas. Son las dos últimas las que pueden desplazar territorialmente a las autóctonas, aunque sólo si las autóctonas están en retroceso o peligro podría haber algún problema.

    Faltaría saber si tu ejemplar híbrido es especie doméstica, silvestre o doméstico-asilvestrada. Tratándose de un niño, temo que pueda tratarse de lo último.

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  3. No hay ninguna duda: mi híbrido desde el día en que nació, le corté el cordón umbilical y me miró a los ojos con una expresión que quería decir "Omae wa dare?" (¿Quién puñetas eres tú?) tengo muy asumido que es un miembro de las especies muy asilvestradas, pero de un asilvestrado a secas.

    El otro día me encontré con un artículo en el "Japan Times" en el que se hablaba curiosamente de las especies autóctonas japonesas que se habían convertido en plagas en el extranjero. Aunque había más ahora me acuerdo de dos: unos tipos de algas en ríos ingleses y el "mosquito tigre" tan agresivo de estas tierras (por cierto, ahora mismo, la una y media de la madrugada, hay uno que no me deja dormir y por eso estoy depierto escribiendo esto). He oído decir que el cangrejo americano es una plaga aquí, pero no sé decir hasta qué punto.

    Con respecto a las especies autóctonas, recuerdo que en Salamanca tenemos la raza morucha de vacas. Curiosamente los chavales de pueblo del colegio donde yo estudiaba de niño (había internado) tenían esa raza como inferior (era entre ellos hasta un insulto llamar a alguien "morucho"). Ahora la diputación organiza concursos de moruchas, exposiciones y creo que hasta publica panfletos con las excelencias de la raza...

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  4. Se dice "idos", no "iros".

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  5. En efecto, querido anónimo. Muchísimas gracias por tu advertencia. Siéntete libre de darme todos los toques que quieras. Ya sabes que soy muy bruto por lo que se refiere a ortografía y gramática. Tienes toda la razón: no "idos", idísimos están los de la Agencia del Medioambiente. Si no, no se explica que se gasten en estos tiempos los dineros en cosas como ésta.

    Ahora que me doy cuenta, Paco: ¿te han metido en esa jaula por silvestre o por asilvestrado? Es una duda que me acaba de surgir... :)

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  6. El último enlace del anterior comentario lo puse mal. El correcto es éste.

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